Como padres, sentimos la presión de «hacer las cosas bien» cuando se trata del éxito de nuestros hijos en la escuela y en otros ámbitos.

Y si bien el mayor desafío en el jardín de niños pudiera haber sido el seleccionar las golosinas para un cumpleaños, cuando los hijos llegan a la escuela preparatoria, la presión para ayudarles a desempeñarse satisfactoriamente puede ser abrumadora. Agregue a eso el hecho de que familiares, amistades, maestros y hermanos comparten sus opiniones al respecto, y usted se puede llegar a sentir como si el peso del mundo estuviese sobre sus hombros. Incluso vemos la necesidad de estos temas cuando estudiamos el subtítulo de “Compromiso con el aprendizaje” de los 40 Elementos Fundamentales del Desarrollo. 5 de los 40 Elementos tienen que ver con la importancia del aprendizaje: Motivación por sus logros, Compromiso hacia la escuela, Tarea, Preocuparse por la escuela y Leer por placer. Este enfoque tan común en el deseo de ayudar a nuestros hijos a tener éxito académico puede, a veces, ser angustiante.

Si usted se siente identificado con este sentimiento, considere estas perspectivas de un padre de familia que también es un consejero con licencia y que tiene experiencia trabajando con estudiantes de secundaria, preparatoria y universitarios.

No existe una fórmula única para el éxito

La crianza de los hijos no es una experiencia igual para todos. Incluso dentro de la misma familia, los niños tienden a tomar caminos muy diferentes. En la preparatoria, una época en la que los jóvenes tienden a vivir en el “aquí y ahora”, aliente a sus hijos para que vean esta temporada de su vida como el inicio de la trayectoria hacia una vida adulta plena. Ayúdeles a visualizar su futuro y explore las diferentes opciones que existen para ellos.

Ayude a sus hijos a seguir su pasión

Los jóvenes que obtienen mejores resultados en la preparatoria son aquellos que identifican y desarrollan un área de interés personal. Y no olvidemos la importancia del «Uso constructivo del tiempo». Los jóvenes pueden sobresalir y valorar otras actividades que a menudo no se consideran de naturaleza escolar: Actividades creativas, Programas juveniles, Comunidad religiosa y Tiempo en casa (Elementos 17-20). Aunque pareciera que algunos jóvenes pueden sobresalir en todo, eso es poco común y es una expectativa poco realista. Es genial cuando los jóvenes desean explorar nuevos intereses, pero la expectativa nunca debe de ser que ellos alcancen la excelencia en todos los ámbitos. Ayude a sus hijos a buscar sus fortalezas y festeje esos puntos fuertes.

Las cosas que hacen que los jóvenes «encajen» en sus grupos pronto se desvanecerán

Poco después de graduarse de la escuela preparatoria, los jóvenes descubren que muchas de las actividades a las que dedicaron tanto tiempo para encajar en la escuela pronto se desvanecen. Anímelos a seguir sus verdaderas pasiones mientras están en la preparatoria, en lugar de aquellas cosas que creen que los harán populares entre sus compañeros.

¿Universidad o no?

La generación anterior enfatizó la universidad como la opción preferida para todos los adultos jóvenes. Ese ya no es el caso. Con los altos costos asociados con la universidad, es una inversión enorme. Y con una disminución en el número de trabajos que requieren una carrera de cuatro años, ese título no garantiza automáticamente el éxito financiero a largo plazo cuando se compara con una carrera en un oficio calificado. Algunas otras cosas que puede considerar:

Muchos jóvenes no están listos para la universidad inmediatamente después de la preparatoria

Por lo general, es bastante fácil evaluar si los jóvenes están listos para ir a la universidad o no, evidenciado por el hecho de que investiguen las universidades por su propia cuenta.

Los jóvenes que han prosperado en la preparatoria son aquellos que, en general, disfrutaron del aprendizaje. Es probable que ese grupo elija la ruta universitaria.

Aquellos que han tenido problemas en la escuela pueden no estar listos para recibir más educación todavía. Forzarles a ir a la universidad tiende a ser una experiencia miserable tanto para los jóvenes como para los padres.
Hace años, si los jóvenes no iban directamente de la preparatoria a la universidad o a la escuela de oficios, era probable que nunca fuesen. Todo eso ha cambiado en las últimas dos décadas. Las personas ahora comienzan la educación superior en diferentes momentos de sus vidas, incluso a los 60 y 70 años.

En realidad, solo hay dos razones para que los jóvenes vayan a la universidad:

  1. La trayectoria profesional que eligieron requiere un título universitario
  2. Les encanta aprender y quieren la experiencia universitaria completa: reto académico, vida en el campus, interacción con los compañeros, etc.
    Si los jóvenes no están listos para la transición directa de la preparatoria a la universidad, un colegio comunitario es un gran lugar para estudiar los cursos de requisito general y experimentar cierto éxito. Y es una forma económica de hacerlo.

Los jóvenes no tienen que asistir a la universidad para prosperar

La formación en una carrera de un oficio especializado encaja perfectamente con muchos jóvenes. Los trabajos abundan. Los salarios son buenos. Y pueden ganarse la vida bien. Algunas otras razones para considerar esta opción:

  • Las profesiones en oficios calificados son abundantes
  • La educación es más corta y menos costosa que un título universitario
  • Los graduados pueden comenzar a ganar dinero más rápidamente que aquellos que eligen la ruta universitaria

Una experiencia universitaria exitosa comienza en la preparatoria

Como padre de familia, su visión de la vida en el campus probablemente sea muy diferente a la de sus hijos. Si ve que sus hijos van a ir a la universidad, puede comenzar a prepararse con antelación para que su hijo o hija tenga una experiencia exitosa de primer año. Hable con los miembros del personal docente universitario y de vida estudiantil para obtener instrucciones específicas sobre cómo preparar la transición.

¿Es el momento adecuado para casarse?

Hace solo un par de generaciones, era una práctica estándar casarse y formar una familia poco después de la preparatoria. Si bien no es la ruta más popular hoy en día, es una opción viable para muchos. La diferencia es que los jóvenes casados ​​de hoy a menudo obtienen una educación formal.

Vea su papel como mentor

Una vez que sus hijos llegan a la segunda mitad de la adolescencia, su papel como padre cambia y es útil verse a sí mismo como un mentor. Este es un momento para ayudar a los adultos emergentes a flexionar sus músculos para tomar decisiones. Ofrezca opiniones y ayúdeles a sopesar los pros y los contras. Permita que sus hijos cometan pequeños errores y aprendan de ellos, pero redirija si las consecuencias son demasiado altas.

Dirija sus conversaciones con sus adolescentes para ayudar a equiparlos y empoderarlos para crear un exitoso período de transición del hogar al mundo. La variedad de opciones hoy en día es tan amplia como la variedad de adolescentes. Por lo tanto, deje a un lado su plan perfecto para sus vidas y guíelos por un camino que se adapte a sus personalidades, pasiones y habilidades únicas.