Cuando mi hija menor estaba saliendo con un joven en la preparatoria, vino a verme un día y me dijo que realmente quería tener relaciones sexuales con él, pero también quería esperar para tener relaciones sexuales hasta el matrimonio.

Habíamos hablado abiertamente sobre sexo desde que ella era mas chica y me alegré mucho de que se sintiera cómoda para hablar conmigo sobre sus dudas. La escuché durante un buen rato y me impresionó lo mucho que reveló conmigo sobre sus hormonas alborotadas, el amor por su novio, los sentimientos encontrados sobre la abstinencia y el temor de que pudiera arrepentirse de haber tenido relaciones sexuales antes del matrimonio. Le ofrecí empatía y compasión y algunos consejos basados ​​en mis experiencias de vida y mis años de trabajo con adolescentes como maestra y consejera. Ella me escuchó y eso abrió las puertas a subsecuentes conversaciones durante el transcurso del año. La animé a hablar también con algunos mentores adultos de confianza en su vida. Honestamente, creo que uno de esos mentores le dio un consejo que tuvo más impacto en ella que todo lo que yo había dicho, probablemente porque yo era la madre en lugar de la mentora. Ese adulto de confianza, una maestra de preparatoria con mucha experiencia, le dijo que tomara el par de sus zapatos tenis favoritos, los atara y los pusiera sobre su espejo. Luego le dijo: “Mira esos zapatos todos los días cuando te estés preparando para la escuela o para el fin de semana. Es probable que ese par de tenis dure más que la relación con tu novio. ¿Quieres regalar algo tan precioso como tu virginidad por algo que probablemente durará alrededor de un año más o menos? Eso realmente puso a pensar a mi hija y, no es de extrañar que su mentora tenía razón. Esa relación terminó unos seis meses después y mi hija estaba muy contenta de no haber tenido relaciones sexuales con su novio.

Recuerde, Elemento # 31: La abstinencia deja muy claro que este tipo de decisiones no deben tomarse a la ligera. El Elemento 31 establece que «él o la joven cree que es importante no ser sexualmente activo ni consumir alcohol u otras drogas».

Como padres, debemos participar en estas discusiones difíciles y a menudo incómodas con la esperanza de darles a nuestros hijos una perspectiva a largo plazo y al mismo tiempo mostrar empatía por sus deseos inmediatos. Es imperativo que eduquemos a nuestros hijos sobre las posibles ramificaciones de no poder decir que «No». Aquí hay algunos otros consejos para cuando los padres hablen con sus hijos sobre citas y relaciones:

  1. Afirme la importancia de cultivar las relaciones con el sexo opuesto y defina las citas como una parte potencialmente positiva de la adolescencia cuando se practica en el momento adecuado y dentro de los límites apropiados.
  2. Hable sobre la importancia de entablar relaciones buenas y sólidas con amistades del mismo sexo antes de comenzar a tener citas, ya que esas amistades brindarán apoyo y aliento una vez que su adolescente comience a tener citas.
  3. Desaliente el contacto por Internet más allá del primer contacto. Las citas deben de ser en persona para que su hijo o hija pueda interactuar y observar a la persona con la que está saliendo.
  4. Aliente a sus hijos a ingresar al mundo de las citas a través de citas grupales en las que un grupo de parejas jóvenes se juntan regularmente. En estos grupos, las parejas se deben limitar a tomarse de las manos y nunca deben estar a solas después del anochecer ni deben ver juntos películas románticas o sexualmente explícitas. La idea aquí es que una pareja joven comience a desarrollar habilidades sociales para las citas (que se aprenden al interactuar con otras parejas) y que comiencen a ser afectuosos el uno con el otro sin tener la tentación de volverse sexualmente activos. Una vez que ellos han obtenido algo de madurez en lo que respecta a las interacciones sociales con su pareja y han tenido algo de experiencia en el manejo de los aspectos físicos de una relación, la pareja puede estar lista para pasar a una relación más exclusiva.
  5. Recuerde con frecuencia a los jóvenes que probablemente saldrán con muchas personas antes de encontrar una que sea realmente especial para ellos y enséñeles formas para entrar y salir de una relación amorosa con gracia y de una manera que no sea traumática para ninguna de las partes.
  6. Enséñele a los jóvenes a relajarse y disfrutar de la experiencia de salir con alguien. La mayoría de las relaciones de pareja entre adolescentes avanzan demasiado rápido. Es mucho mejor para los jóvenes pensar en las citas tempranas como solo un momento para explorar y observar; y esperar pasar de las citas tempranas a las exclusivas en términos de años en lugar de semanas o meses.
  7. Eduque a los jóvenes sobre los peligros del alcohol y las drogas en las citas. La triste verdad es que el alcohol y las drogas se usan de forma regular con la intención de deshinibir a un chico o a una chica para que tenga relaciones sexuales. Es mucho más probable que los jóvenes experimenten la llamada “violación durante una cita” cuando han consumido alcohol u otras drogas.
  8. Eduque a los jóvenes sobre las enfermedades de transmisión sexual (ETS). No es necesario ser demasiado dramático. Simplemente presente los hechos. Las relaciones sexuales sin protección pueden llevar a contraer cualquiera de las ETS y la verdad es que la mayoría de los adolescentes no son lo suficientemente maduros para usar la protección de manera adecuada de todos modos.

Deje la puerta abierta para seguir conversando acerca de las citas, e intente escuchar antes de dar cualquier consejo. Además, tenga cuidado de no juzgar a su hijo o hija con demasiada dureza. Es probable que continúen hablándole sobre lo que está sucediendo en sus vidas si los invita a compartir esos temas libremente con usted.