Perseverancia. Persistencia. Aguante. Áspero. Como sea que lo llames, la vida nos lanza curvas y necesitamos saber cómo balancearnos cuando lleguen.

La perseverancia es la clave para una vida próspera y exitosa. El problema es que la perseverancia es rara en estos días.

Como terapeuta familiar y entrenador deportivo, he notado que muchos niños no han aprendido a responder a las emociones normales de la infancia como el aburrimiento, la tristeza, la soledad, la decepción, el fracaso o la pérdida. Como padres, no ayudamos cuando protegemos a los niños de esas cosas.

En una competencia de atletismo reciente en una escuela primaria, el locutor declaró: «¡Todos son ganadores!» y luego, «Todos los que terminan reciben un listón». Este es el tipo de actitud que mantiene a los consejeros como yo en el negocio.

La clave de la perseverancia es mirar a través de una nueva lente

Curiosamente, algunos niños prosperarán naturalmente en una competencia, sin importar cuál sea su resultado, mientras que otros interpretan la pérdida como un completo fracaso.

Esto no es solo cierto para los eventos deportivos, sino en todas las áreas de la vida: académicos, relaciones, desempeño laboral, etc. El punto es que perseverar a través de las dificultades es un proceso aprendido, uno que requiere entrenamiento y práctica desde una edad temprana.

El fundador de Chick-fil-A, Truett Cathy, atribuye su tenacidad y ética de trabajo duro a la adversidad que experimentó en el internado. Al poner en marcha su negocio de restaurantes, puso en práctica las habilidades comerciales y de ventas, pero fue la perseverancia que aprendió a temprana edad lo que lo ayudó a superar el miedo y la decepción y mantenerse enfocado en su objetivo.

Los escritos antiguos nos dicen que la adversidad produce resistencia, la resistencia produce carácter y el carácter produce esperanza. ¿Quién no querría eso?

Tres mentalidades para desarrollar la persistencia

Truett Cathy y otros que han enfrentado con éxito la adversidad pudieron filtrar las circunstancias a través de una lente que los niños pueden desarrollar a cualquier edad.

La adversidad es una oportunidad para crecer y recuperarse: cuando su hijo falla, reconozca el dolor, pero muévalo rápidamente hacia pensamientos útiles. Es genial reconocer los talentos de su hijo, pero hágale saber que el talento requiere refinamiento: el proceso de superar los altibajos. Los ganadores primero aprenden a perder bien, para no entrar en pánico cuando las cosas salen mal inesperadamente. Como una liga/pelota de goma, enséñeles a recuperarse.

La adversidad es una oportunidad para la resolución creativa de problemas: ayude a su hijo a encontrar múltiples formas de ver la misma situación o problema. Recuerde, todo tiene solución, solo tiene que encontrarla. Tal vez pueda alentar a su hijo a hablar con algunos adultos de confianza en su vida para ver cómo las diferentes opiniones y perspectivas pueden conducir a una resolución sólida.

La adversidad puede generar humildad: si su hijo solo experimenta perfección y elogios, esperará perfección y elogios. La imperfección nos mantiene interdependientes de los demás. Es lo que nos permite experimentar la emoción de crecer. Ayudar a nuestros hijos a superar la adversidad permitiéndoles superar las fallas ayuda a darles una sensación de control. Recuerde el elemento # 37: poder personal. Necesitamos ayudar a nuestros hijos a navegar de tal manera que les ayude a sentir que él o ella tiene control sobre «las cosas que les suceden».

Como padres, tenemos el privilegio de enseñar a los niños cómo responder a lo que no pueden controlar enseñándoles a controlar lo que pueden: sus pensamientos.