Leí un artículo de una publicación importante a principios de este año que explica cómo los tiroteos masivos no son culpa de demasiadas armas o enfermedades mentales, sino … prepárate … la hombría en sí. No son hombres malos. No son hombres violentos. La causa son simplemente los hombres, punto. Como hombre y padre de un joven varón, me sorprendió la audacia – y la ignorancia – de tal declaración en una publicación que se considera seria. ¡Como si la virilidad fuera una enfermedad social o una condición mental! Enseñar a nuestros hijos a ser hombres no es peligroso, y los padres no debemos huir de esta tarea esencial. Toda comunidad lo requiere. Investigamos un poco aquí en RezilientKidz, examinando las cualidades de la virilidad que son más valoradas en las culturas humanas. Estas características son bastante similares de un lugar a otro. Dondequiera que encontremos una comunidad que enseñe y alabe la hombría positiva, encontramos las siguientes cualidades en los hombres.

Valor

Los hombres enfrentarán peligros y dificultades cuando se les solicite.

Iniciativa

Cuando surge una necesidad, un hombre se involucra.

Integridad

Elemento #28: El joven actúa sobre la base de sus convicciones y defiende sus creencias. Los hombres hacen lo correcto en el momento correcto de la manera correcta por la razón correcta. Un hombre es confiable y cumple su palabra. No explota la debilidad de los inocentes.

Abstinencia

Elemento #31: El joven cree que es importante el no ser sexualmente activo o el consumir alcohol u otras drogas. Los hombres conocen y respetan los límites adecuados para ellos mismos y le piden a otros hombres que también respeten las reglas y los límites.

Respeto

Los hombres muestran respeto hacia las personas que van conociendo a través de su vida, independientemente del lugar o la situación.

Lealtad

Los hombres son leales a sus familiares y amistades, incluso a un precio muy alto para ellos mismos.

Humildad

Los hombres comprenden que hay que tener agallas para disculparse y pedir perdón cuando han ofendido o defraudado a otros. Pueden ayudar a que sus hijos varones aprendan estas cualidades observando y practicando las acciones de los hombres que tienen estas características. Juntos, observen a otros hombres que hacen cosas simples para resolver problemas o servir a los demás.

Aquí hay algunos ejemplos:

Un hombre que rápidamente se para en una reunión para ofrecer su silla a alguien que acaba de llegar.

Un hombre que limpia platos y recoge basura en un picnic.

Un hombre que da un paso al frente para liderar una actividad grupal cuando nadie más está seguro de qué hacer.

Los hombres que brindan estos ejemplos positivos y están motivados para demostrar su hombría de maneras tan constructivas son cualquier cosa menos dañinos. Y con suerte, su ejemplo se vuelve contagioso. ¿Qué comunidad no aprecia y no se beneficia de la participación de estos hombres?